Reemplazo de la articulación de la rodilla dañada por una prótesis, a través de incisiones más pequeñas.
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Reemplazo de articulación de rodilla mínimamente invasivo
El reemplazo de rodilla mínimamente invasivo utiliza incisiones más pequeñas y herramientas especializadas para acceder a la articulación. Esto puede resultar en menos dolor postoperatorio, una recuperación más rápida y una menor pérdida de sangre en comparación con las técnicas tradicionales. Durante la cirugía, se retira el cartílago y el hueso dañados de la rodilla y se reemplazan con una prótesis artificial.
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El reemplazo total de rodilla es un tratamiento quirúrgico muy exitoso para la artritis de rodilla. Con el tiempo, se han desarrollado técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas para reducir el trauma en los tejidos y mejorar los resultados para el paciente.
Enfoque Mínimamente Invasivo
A diferencia de los procedimientos tradicionales que utilizan incisiones de 10 a 12 pulgadas, este enfoque utiliza incisiones más pequeñas, de solo 4 a 6 pulgadas de largo. La cirugía mínimamente invasiva también evita cortar el músculo cuádriceps y el tendón, que son importantes para el movimiento de la rodilla.
Las ventajas potenciales de este tipo de cirugía son:
Mínima disección quirúrgica
Período de recuperación más corto
Estancia hospitalaria más corta
Reducción del dolor postoperatorio
Cicatriz quirúrgica más pequeña
El Procedimiento
La cirugía se realiza en un quirófano bajo anestesia espinal o general. Durante el procedimiento, un torniquete se aplica en la parte superior del muslo para reducir la pérdida de sangre.
Incisiones: Se hace una incisión a lo largo de la rodilla afectada para exponer la articulación.
Preparación del fémur: Las partes dañadas del fémur (hueso del muslo) se cortan y se fija un componente femoral en el extremo del hueso, con o sin cemento óseo.
Preparación de la tibia: Se elimina el área dañada de la tibia (hueso de la espinilla) y el cartílago para crear una superficie lisa. Luego se asegura un componente tibial en el extremo del hueso con cemento óseo o tornillos.
Colocación de implantes: Se coloca una pieza de plástico, llamada superficie articular, entre los implantes para asegurar un movimiento de deslizamiento suave. Esta pieza plástica actúa de manera similar al cartílago original.
Patela (Rótula): La superficie posterior de la rótula se prepara para recibir un componente de plástico, asegurando que se deslice suavemente sobre la nueva rodilla artificial.
Cierre: El exceso de cemento se elimina y la articulación se irriga con una solución salina estéril. Luego se cierra la incisión y se insertan drenajes. Finalmente, se coloca un vendaje quirúrgico sobre la incisión.
Debido a que hay menos daño en los tejidos alrededor de la rodilla, se espera una estancia hospitalaria más corta, una recuperación más rápida y una cicatriz quirúrgica más pequeña.