Procedimientos quirúrgicos realizados en niños para corregir deformidades o lesiones de la cadera.
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Cirugía pediátrica
La cirugía pediátrica de cadera se utiliza para tratar una variedad de afecciones, como la displasia de cadera, la fractura del fémur y las lesiones deportivas. Las técnicas quirúrgicas utilizadas en niños pueden diferir de las utilizadas en adultos.
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La articulación de la cadera es una articulación grande, de tipo "rótula y cavidad", que soporta peso y está formada por el fémur (hueso del muslo) y el acetábulo de la pelvis. La superficie de la articulación está cubierta por un cartílago articular liso, que actúa como un cojín y permite un movimiento suave. Una lesión condral es una lesión en este cartílago articular.
Causas de las Lesiones Condrales
Las lesiones condrales pueden ser el resultado de varias afecciones de la cadera, incluyendo:
Desgarros del labrum
Cuerpos sueltos
Dislocación posterior
Epifisiolisis de la cabeza femoral (SCFE)
Displasia
Osteonecrosis
Artritis degenerativa
El daño al cartílago articular también puede ser causado por un golpe directo en la parte externa del muslo. El pinzamiento femoroacetabular (FAI), una condición con fricción excesiva en la articulación de la cadera, también puede causar lesiones condrales al hacer que la cabeza femoral y el acetábulo se froten entre sí y dañen el cartílago.
Síntomas
La mayoría de los pacientes con lesiones condrales experimentan dolor intenso en la cadera o la ingle, una sensación de bloqueo en la articulación de la cadera y una restricción significativa en el movimiento de la cadera. También puede estar presente una cojera notable.
Diagnóstico
El diagnóstico de estas lesiones incluye:
Un historial médico completo y un examen físico por parte de un médico
Radiografías y resonancias magnéticas
Artroscopia, que es la forma más precisa de diagnosticar, evaluar y manejar las lesiones condrales
Tratamiento
El tratamiento para las lesiones condrales depende de su gravedad y puede ser no quirúrgico o quirúrgico.
Tratamiento no quirúrgico: Esto incluye una dieta saludable, ejercicio regular y evitar actividades que agraven la lesión.
Tratamiento quirúrgico: La cirugía artroscópica se realiza si las opciones no quirúrgicas no son efectivas.
Cirugía de microfractura: Esta técnica implica perforar pequeños agujeros en el hueso debajo del cartílago dañado para estimular el crecimiento de un nuevo fibrocartílago. Aunque diferente del cartílago normal, puede mejorar significativamente los síntomas.
Implante de cartílago autólogo (ACI): El cartílago se cosecha del paciente o de un donante, se cultiva y luego se implanta sobre el área dañada.
Implante de condrocitos autólogos inducidos por matriz (MACI): Los condrocitos cultivados (células productoras de cartílago) se insertan en una capa de colágeno, que luego se implanta sobre el área dañada.
Cuidados Postoperatorios y Riesgos
Después de la cirugía, un médico proporcionará instrucciones sobre el cuidado de la incisión, actividades a evitar y programas de ejercicio. Se recomienda la fisioterapia para restaurar la fuerza y la movilidad, y se pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor.
Los posibles riesgos y complicaciones de la cirugía artroscópica de cadera incluyen:
Infección
Trombosis venosa profunda (TVP)
Daño a los vasos sanguíneos o nervios
Hemoartrosis (sangrado dentro de la articulación)
Falla en el alivio del dolor