Procedimiento quirúrgico para realinear y estabilizar los huesos del tobillo rotos.
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Cirugía de fractura de tobillo
La cirugía de fractura de tobillo se realiza cuando la lesión es compleja y no puede ser tratada con métodos conservadores como yesos o férulas. El procedimiento implica hacer una incisión en la piel para exponer los huesos fracturados. A continuación, el cirujano realinea los fragmentos óseos y los estabiliza utilizando placas, tornillos o clavos metálicos. Estos implantes ayudan a mantener los huesos en su posición correcta mientras se produce la consolidación ósea. La elección del tipo de fijación dependerá de la gravedad y localización de la fractura.
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La articulación del tobillo está compuesta por tres huesos: la tibia, el peroné y el astrágalo. Las lesiones de tobillo son comunes en atletas y personas que realizan trabajo físico, y pueden ser un ligamento desgarrado (esguince) o un hueso roto (fractura). Las fracturas de tobillo son dolorosas e implican una rotura en uno o más de los huesos, y los ligamentos y otros tejidos blandos también pueden lesionarse.
Las causas incluyen el giro y la torsión excesivos del tobillo por accidentes, saltos o caídas. Los síntomas son hinchazón inmediata, dolor, movilidad reducida y, a veces, una deformidad visible donde un hueso sobresale a través de la piel.
Las fracturas de tobillo se clasifican por la ubicación y el tipo de hueso involucrado. Los tipos incluyen:
Fractura del maléolo lateral: Fractura de la parte exterior del tobillo.
Fractura del maléolo medial: Fractura de la parte interior del tobillo.
Fractura del maléolo posterior: Fractura de la protuberancia ósea de la tibia.
Fracturas bimalleolares: Fracturas en los huesos del maléolo lateral y medial.
Fracturas trimalleolares: Fracturas en los tres huesos: lateral, medial y posterior.
Lesión sindesmótica:También conocida como esguince de tobillo alto, que no es una fractura pero puede tratarse como tal.
El diagnóstico comienza con un examen físico, seguido de radiografías y una tomografía computarizada. Es difícil diferenciar un tobillo roto de un esguince o dislocación sin una radiografía. Se puede usar una prueba de esfuerzo para verificar la estabilidad de la fractura y determinar si se necesita cirugía. Inmediatamente después de una lesión, aplique compresas de hielo y mantenga el pie elevado. El tratamiento depende del tipo y la estabilidad de la fractura y puede ser no quirúrgico (férula o yeso) o quirúrgico (placas y tornillos).